*Tenía mis tiernos 17, por cumplir 18, y cursaba primer año de Derecho en la U de Valpo. Allí conocí a Tamara, la que pronto llegó a ser mi polola, llamémoslo así. Aun recuerdo su aire tímido, su pelo castaño liso cayendo en sus hombros, su delicadeza para expresarse, su corazón abierto al ser humano, su exceso de responsabilidad, finalmente su temor a seguir echándole p'a delante, tal como me ocurrió a mí. Bueno, de allí nace esta canción.
El verso arrollador
que tiene un trovador
no sirve para tí, Tamara.
Hay más para vivir, hay más que conversar,
el silencio matar, el silencio matar.
El silencio matar con besos.
Mi prosa te la doy
si miras donde estoy,
hoy mismo he de anunciar, tamara:
cuánto ya se cantó, cuanto se persiguió...
Hoy hablo al que murió, hoy hablo al que murió.
Y murió por amor, sin gestos...
Hay mucho que explicar
-no me voy a callar-
imploro recordar, Tamara.
Yo vivo por amor, camino por amor;
el odio perderá su lucha sin cuartel.
Su lucha sin cuartel, Tamara.
Letra y música: Eduardo Waghorn
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