domingo, abril 20, 2008

¿Hasta cuándo?




Pasaba por el centro de Santiago -en la comodidad de un automóvil-,y divisé , como de costumbre, un mar humano de gente esperando micro (buses, como decimos en Chile) para ir a sus hogares.

Todo fue muy de prisa.

Mientras esperábamos la luz roja, noté que al fin pasó uno de los flamantes buses del "Transantiago", y aquel gentío se abandonó a su suerte en condiciones similares al ganado. Me avergüenza que amigos bloggers extranjeros lean esto, pero acá suele ocurrir ésto desde la implementación del desastroso y corrupto sistema de transportes.

Pues bien, en eso descubrimos una señora de mayor edad llorando desesperada por no poder subir al bus, ya a esas alturas simplemente REPLETO. COLAPSADO. Finalmente la mujer se da por vencido, desesperada y humillada. Por la ventanilla la llamo, le preguntamos donde vive, no era demasiado lejos del sector, así que nos ofrecimos a llevarla a casa. Parecía lógicamente desconfiar un poco, así que nos estacionamos unos metros más allá y me bajo, luego la abordo y con el mayor cariño que me permitía mi indignación, mi impotencia, mi vergüenza, le digo:

"Señora, por favor, no pierda lo único que no pueden arrebatarle, su DIGNIDAD. Tranquila, nosotros la llevaremos a su casa, no quiero verla llorar así."

"Es que caballero, esto es un drama de todos los días, es desesperante y yo estoy enferma, ya no puedo mas, a veces tengo que esperar mas de una hora para sufrir de nuevo lo mismo".


Ya con nosotros en el auto, en unos minutos estaba en la puerta de su hogar. Por UN DÍA había tenido un retorno digno a  casa.

Este pequeño pero tremendo ejemplo ilustra el estado en que se encuentra en general la sociedad en Chile, en especial en Santiago, desde que asumió en último Gobierno de la Concertación de Exiliados por la Democracia, lo llamo así porque casi en su totalidad el poder político lo tienen estos señores, según ellos ""SOCIALISTAS"", un chiste para muchos llamarse así cuando lo que MENOS les interesa es solucionar las necesidades del "pueblo". Su única obseción parece ser AFERRARSE AL PODER A COMO DE LUGAR, Y EL FIN JUSTIFICA CUALQUIER MEDIO.

(Y pensar que cuando ganó en "No" yo estaba celebrando).

Siento pena y siento asco por lo que está pasando. Por ver como la corrupción en nuestro Gobierno parece llegar a límites inéditos e insospechados. Ministerio de Educación (El negociado de los "Sostenedores"), MOP-GATE y sus escándalos, el CAOS en la Salud Pública, la corrupción por donde quieras y por supuesto el DESASTRE llamado Transantiago.

Una ministra es acusada constitucionalmente por no ordenar la casa ( falta un dineral, pero ella bien o mal asesorada comunicacionalmente se refugia en una Iglesia - Al Capone ordenaba matar a sus enemigos en plena misa -), y nuestra Presidenta, haciendo gala del mayor descriterio posible, nombra en forma interina, saben a quien? Al ministro de transportes, Cortázar, quien ha sido incapáz de solucionar el Transantiago, pese a que prometió que si en Diciembre del año pasado esto no se solucionaba, él renunciaba!!! Pero ya ven, los intereses politicos pueden mas que el sentido común...Si todo esto ya parece un chiste!!

Pero lo que mas me impacta y desconcierta no es la inoperancia e incompetencia de las actuales autoridades, sino la PASIVIDAD del ciudadano común. La gente está sufriendo a diario por el deterioro de la sociedad gracias a la pésima conducción del Gobierno, ni hablar de la delincuencia desatada (aunque el ciego y arrogante vocero de Gobierno lo niega terminantemente) y el abismo social que irremediablemente aumenta, todo esto tiene a las personas en un nivel de stress nunca antes visto -¿alguien lo va a negar?-Sin embargo parecen NO REACCIONAR!! Todo esto ya parece dejar de ser PACIENCIA para transformarse en ESTOICISMO, EN PASIVIDAD Y POR QUE NO DECIRLO, EN ESCLAVITUD. Qué pena me da verlo a diario. En cualquier país del planeta, con la mitad de lo ocurido en Chile habrían ido 5000 personas a La Moneda (El palacio de Gobierno) a pedir la renuncia del Ministro de Transportes. Pero en Chile  parecemos tener jugo de naranja en vez de sangre corriendo por las venas. Alguien dirá que la "dictadura" nos dejó así -cobardes, pusilámines y sometidos- y tal vez tenga razón. Pero yo le echo mas la culpa al individualismo y la falta crasa de valores, lo que nos hace vivir el día a día como verdaderos zombies urbanos sumergidos en nuestra propia mediocridad.

Como dijo un compañero de trabajo: "Tenemos exactamente lo que merecemos, ni mas ni menos".

Y me pregunto:¿Hasta cuando?
¿O simplemente no se pueden cambiar 500 años de sometimiento?

Autor: ©Eduardo Waghorn H.